Artículo sobre el Modelo de Naciones Unidas en Nueva York6 min read

Imagen: "Naciones Unidas" por Mr Bullitt bajo Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported

Si hablamos de la disciplina de las relaciones internacionales, lo primero que pensamos es en un mundo muy diverso y complejo en el que el primer escenario donde estas relaciones se desarrollan son organismos como la OTAN, la Unión Europea o Naciones Unidas. Esta última, representa el Olimpo para cualquier estudiante de relaciones internacionales o aspirante a la carrera diplomática. En este organismo, basamos todo nuestro estudio y nos inspiramos para poder creer que existen mecanismos para poder mejorar el mundo que nos rodea, o también podemos usarlo como medio para hacer una crítica del estado actual en que nos encontramos y las injusticias que respiramos a día de hoy.

Para muchos estudiantes de Relaciones Internacionales, el mero pensamiento de la vida en el cuartel general de las Naciones Unidas en Nueva York evoca un aura de fascinación y asombro. Nos preguntamos qué discusiones transcurren en esas emblemáticas salas, cuáles son los temas que ocupan la agenda internacional y qué decisiones cruciales se toman entre sus muros. Para nosotros, estos pensamientos alimentan nuestros sueños más grandes, pero cuanto más conoces, más evalúas sus deficiencias y cómo éstas deberían evolucionar. El pasado mes de marzo, tuve la extraordinaria oportunidad de convertir ese sueño en realidad y sumergirme en la atmósfera histórica y trascendental de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Naciones Unidas es un foro de diálogo y entendimiento de las relaciones entre estados y organismos internacionales. El objetivo y elemento común, es el mismo: la paz y armonía mundial. El único inconveniente, es que cada estado persigue este sueño según su propio criterio y conveniencia. En un organismo donde hay 193 estados, existen 193 posturas distintas, incluso en un mismo estado puede estar más dividido. La única solución para poder tomar medidas y crear un avance en la sociedad y en la comunidad internacional, para llegar a un consenso es clave la negociación.

Las largas jornadas de conferencias no son suficientes para llegar a un acuerdo o formar alianzas, ya que todo el mundo va a luchar por dar su punto de vista sin querer escuchar al otro. Es por esta razón, que el papel fundamental de este tipo de modelos y en la realidad residen en el poder del Lobby. El papel del lobby en el Modelo de Naciones Unidas en Nueva York, fue fundamental para alcanzar nuestros objetivos diplomáticos. Aunque la palabra ¨Lobby¨ nos puede sonar bastante ofensivo o malicioso, resulta que es un instrumento crucial que utilizan tanto estados como corporaciones para ajustarse o ajustar las políticas a su favor o mejor conveniencia. Todos hacemos lobby, no hay que tenerle miedo, sino que es el medio por el cual se llega a un consenso. A través del lobby, tuvimos la oportunidad de establecer alianzas estratégicas con otras delegaciones, negociar compromisos y buscar apoyo para nuestras propuestas. Esta actividad no solo demostró la importancia de las habilidades de persuasión y negociación en el ámbito internacional, sino que también subrayó la necesidad de construir relaciones sólidas y trabajar en colaboración para abordar los desafíos globales.

El lobby nos permitió influir en el proceso de toma de decisiones y maximizar nuestro impacto en las discusiones, destacando así su relevancia en la consecución de resultados positivos en el escenario mundial. Por lo tanto, si estás empezando o planteando comenzar tus primeros pasos en el mundo internacional, prepara tu tarjeta de visita con el nombre de tu delegación. Este tipo de detalles, crean una gran dinámica dentro del Modelo, aumentando los roces, negociaciones y juego al proceso de negociaciones, llegando a emocionarte por crear cláusulas o acuerdos. Es en este momento de euforia donde empiezan los dramas y la creación de bloques.

Además de las sesiones formales, también tuve la oportunidad de participar en reuniones informales y eventos sociales, donde pude establecer contactos con otros delegados y ampliar mi red profesional. Estas interacciones no sólo enriquecieron mi experiencia académica, sino que también me permitieron forjar amistades duraderas con personas de todo el mundo que comparten mi pasión por los asuntos internacionales. Suena raro y un poco extremo, pero es conveniente que prepares tu tarjeta de presentación y ensayes tus mejores frases para sacarlas y presentarte de la forma más original: la primera impresión cuenta, es un concurso de popularidad.

Mucha gente puede pensar que este tipo de modelos no se ajustan a sus ambiciones profesionales, ya que su vocación no está tan marcada por el camino de las organizaciones y disputas internacionales. Es por esta razón, que la práctica de este tipo de actividades como el Modelo de Naciones Unidas es tan útil. Puedes conocer más campos de especialidad dentro de Naciones Unidas como la cultura, derechos de la infancia, educación, tecnologías, industrias de todo tipo, medioambiente… permite conectar tus aptitudes a un ámbito de naciones unidas para poder experimentar todo tu potencial y aportar de la mejor forma a tu delegación.

La diferencia de un buen estudiante a un buen profesional: El modelo de Naciones Unidas es la plataforma perfecta para desarrollar todas las habilidades aprendidas durante la carrera y nuestra trayectoria como estudiantes, pasamos de estudiar las materias y negociaciones a ser los sujetos de estas. Esto nos proporciona grandes habilidades o softskills que son imprescindibles en el entorno laboral. Hay una diferencia considerable entre ser un buen estudiante y ser un buen profesional, ya que se necesita tener desarrollado todas las capacidades conjuntamente y que estén equilibradas para poder sacar todo tu potencial. Durante el proceso del modelo, los participantes se dan cuenta de sus capacidades y es ahí cuando empieza la magia, puesto que el juego pasa a ser más ambicioso y se desarrolla de forma natural.

Después de haber experimentado este gran privilegio de hacer el Modelo de Naciones Unidas, solo me queda decir que te lances. Es importante tener una gran base en tus estudios, pero eso se queda en nada si no se pone en práctica o desarrollas otras habilidades que te sirvan para poder lucirlas. En las relaciones internacionales todo son contactos y carisma, por eso es necesario acudir a este tipo de modelos, ya que son tablas que se valoran posteriormente en procesos de selección tanto en el ámbito privado o público. Tener el privilegio de poder participar en la sede de Naciones Unidas es una gran inspiración que te puede ayudar a estar un paso más cerca a esta gran meta que, siendo difícil, merece la pena.

Marina Ortiz.

Estudiante de último año de Relaciones Internacionales de la Universidad Alfonso X el Sabio (España)


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