La subida de tipos de interés ejecutada por la Reserva Federal (FED) estadounidense desde 2022, y dirigida a contrarrestar la inflación posterior a los estímulos económicos brindados a los ciudadanos durante la crisis del covid-19, están generando riesgos de interés, riegos de liquidez, hiperinflación y riesgo crediticio mundial. La conducta de esta subida tiene patrones de comportamiento detectables a través de la teoría de Dow, la cual determina que los mercados se mueven en fases tendenciales. Por tanto, siguiendo esta teoría, la tendencia de los tipos de interés de la FED muestra una muy probable e inminente recesión económica mundial en el corto plazo inmediato originada en los mercados estadounidenses.

Para empezar, la subida de tipos de interés por parte de la FED, desde marzo de 2022, está mostrando un comportamiento que encaja muy bien con los planteamientos de la teoría de Dow. Ésta, determina que los mercados se mueven en cuatro fases: acumulación, expansión, distribución y recesión.

La acumulación se caracteriza porque los precios de los activos se encuentran al fondo del mercado, que son aprovechados por los inversionistas institucionales, quienes adquieren posiciones de mercado durante largos plazos. En la expansión, dichos inversionistas ya han absorbido casi todos los activos a precios deprimidos, haciendo que las cotizaciones incrementen con rapidez debido a la introducción de su dinero en los sectores, mientras que el sentimiento de mercado se percibe optimista por parte del resto de especuladores.

En la distribución, los medios de comunicación se vuelven optimistas acerca de los mercados, el público se siente atraído y desea invertir. A lo largo de esta fase, los inversionistas institucionales que adquirieron activos durante la acumulación comienzan a venderlos, mientras que el público de especuladores minoristas compra estos activos liberados, creando así techos en la cotización en el mercado.

Por último, en la recesión, los inversionistas institucionales ya han vendido toda su cartera de activos acumulados, provocando una caída libre en los precios. Posteriormente, reinicia la fase de acumulación y un nuevo ciclo de mercado. 

Dicho lo anterior, la teoría de Dow explica muy bien el comportamiento de los tipos de interés en los bonos estadounidenses a dos años y a 10 años, desde 2020. 

En el bono a dos años, las fases son las siguientes: acumulación: marzo – noviembre de 2020. Expansión: noviembre de 2020 – octubre de 2022. Distribución: octubre de 2022 – marzo de 2023. Recesión: marzo de 2023 – cuarto trimestre de 2024 o segundo trimestre de 2025. 

 

 

 

 

 

 

 

Elaboración propia

En el bono a diez años, las fases son: acumulación: marzo – julio de 2020. Expansión: julio de 2020 – octubre de 2022. Distribución: octubre de 2022 – marzo de 2023. Recesión: marzo 2023 – cuarto trimestre de 2024 o segundo trimestre de 2025.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Elaboración propia

Dado que los tipos de interés, en el bono a dos años, han tocado un techo máximo del 5 %, y que han roto un soporte en el nivel de 4.85 %, mientras que en el bono a diez años el tipo de interés está a punto de romper un soporte en el nivel 3.34 %, estas señales técnicas determinan que la fase de distribución ha concluido, y a la vez ha iniciado la fase de recesión. Es por esta subida de tipos que se ha desencadenado la siguiente serie de eventos financieros coadyuvantes a una recesión.

Primero, la subida de tipos de interés ha ocasionado serios riesgos de interés y riesgos de liquidez en varios bancos estadounidenses. Muchas de estas instituciones suelen adquirir bonos como activos de renta fija utilizando el dinero de sus depositantes. En el caso de Sillicon Valley Bank (SVB), éste ya había comprado bonos antes de la fuerte subida de tipos, por lo cual estos bonos perdieron valor de mercado después de las reuniones de la FED. Luego, las empresas depositantes de SVB retiraron sus fondos masivamente, lo cual produjo una crisis de liquidez que se está extendiendo desde los Estados Unidos hacia el resto de Occidente. 

Debido al riesgo de liquidez, a mediados de mayo, la FED ha decidido respaldar los fondos de los depositantes de los bancos con riesgo sistémico afectados, lo que significa mayor inyección de dinero a la economía, por tanto un incremento en los niveles de inflación.

Al momento de este artículo, Credit Suisse, Deutsche Bank, Signature, Silver Gate y otros bancos de considerable envergadura ya se encuentran en esta crisis.

Segundo, la inminente reducción de tipos de interés está por provocar hiperinflación. Se devaluaría el dólar y las demás divisas, ocasionando incremento exponencial en el precio de productos y servicios. Asimismo, el consumo se reduciría, provocando decrecimiento del PIB en los países. Si los tipos de interés siguiesen rompiendo soportes dentro del análisis técnico, la teoría de Dow se cumpliría debido a una recesión alentada por tal hiperinflación. 

Tercero, se está produciendo un riesgo crediticio sistémico en los Estados Unidos. La fuga de depósitos de los bancos comerciales está aumentando, cuyo encauce es hacia bonos del tesoro estadounidense cuyas rentabilidades son altas. Por ello, los bancos comerciales han comenzado a restringir la concesión de créditos, haciendo que las personas, empresas e instituciones necesitadas de financiación se encuentren con problemas para obtenerlo, lo cual ha causado una disminución del impulso crediticio, que está y seguirá cayendo en los próximos meses, resultando finalmente en una muy altamente probable recesión. Ésta, tendrá su génesis en los Estados Unidos, luego esparciéndose por todo el sistema financiero occidental. 

Por otra parte, en febrero, el Departamento del Tesoro estadounidense ha tenido un déficit de USD 262 mil millones. Para contrarrestarlo, muy probablemente se elevará el techo de deuda en el Senado, y el Tesoro emitirá bonos masivamente. En consecuencia, habrá más fuga de depósitos de bancos comerciales hacia bonos del tesoro. Los bancos van a conceder menos créditos, se van a endurecer mucho más las condiciones para obtenerlo. 

Dada la crisis de liquidez y la disminución del impulso crediticio, la FED no puede subir más los tipos de interés y deberá subir el objetivo de inflación, por lo cual se puede tener en cuenta como escenario más probable la recesión llegue antes de lo esperado en el corto plazo. 

Simultáneamente, las curvas de tipos de interés estaban invertidas en el bono estadounidense a dos años y a diez años, pero han llegado a aplanarse, alcanzando pocos puntos porcentuales de diferencia respecto de una a otra. Este comportamiento se ha dado en otras ocasiones meses antes de que inicie una recesión. El último caso en que se dio este aplanamiento fue en la gran recesión de 2008. 

La solución de la FED a esta crisis, muy probablemente sea la de todas las recesiones anteriores: inyectar liquidez en el sistema, bajar los tipos y aumentar el objetivo de inflación, para este caso, entre el 2 % y 3 %.


El autor es el único responsable de las opiniones expresadas en este artículo y la organización no necesariamente comparte dichas opiniones.

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Salvadoreño. Licenciado en Relaciones Internacionales de la Universidad de El Salvador. Investigador de Derecho Internacional, economía internacional, política internacional, y geopolítica. Especialista en criptoactivos, finanzas descentralizadas, instrumentos financieros, tecnologías de capa distribuida, y cadenas de bloques.