Dicho desplazamiento de personas responde a una infinidad de motivos, ya sea económicos, familiares, personales, climáticos, etc. La movilidad humana a su vez tampoco distingue por género, raza, religión, etc., la misma se trata de un fenómeno complejo que ha ido en aumento en estos últimos años y que inclusive los motivos por los cuales las personas migran han ido mutando.

Según información del Centro de Análisis de Datos de Migración Global de la Organización Internacional para las Migraciones (GMDAC por sus siglas en inglés), la proporción de mujeres migrantes no ha cambiado significativamente en los últimos 60 años. Sin embargo, existen registros de que un número cada vez mayor de mujeres se desplaza de manera independiente para trabajar, educarse y/o en su calidad de jefas de hogar (Organización Internacional para las Migraciones, 2023).

En cuanto a la proporción que representan las mujeres en las cifras de migrantes internacionales, las mismas representan un poco menos de la mitad de la población mundial de migrantes internacionales un 48,4% del total para el año 2017 versus un 49,1% en 2000. Entre tanto, la proporción de hombres migrantes ha aumentado de 50,7% en 2000 a 51,6% en 2017. De las cifras anteriores se puede leer que sigue siendo en mayor proporción el flujo de hombres migrantes que el de mujeres (OIM, 2023). Otra cuestión a tener en cuenta es que estas cifras seguramente han ido en aumento en los años siguientes.

Con más de 272 millones de migrantes internacionales, de los cuales cerca de la mitad son mujeres, resulta indispensable analizar a la movilidad humana desde una perspectiva de género para poder disminuir las brechas que existen en términos de igualdad ya que dichas cifras denotan que el género influye marcadamente en las motivaciones para migrar, los trayectos elegidos y/o la posibilidad de integrarse en el lugar de destino (OIM, 2023).

Es por ello por lo que el presente artículo de opinión buscará reflexionar sobre los avances que hubo en la cuestión de la movilidad humana y género.

CONTEXTO MUNDIAL

Como mencionamos anteriormente la movilidad humana es un proceso complejo en el que interactúan diferentes sociedades, culturas, territorios y seres humanos. Este involucra a una gran variedad de personas con características específicas que determinan tanto su acceso a beneficios, como los riesgos mismos que conlleva el proceso migratorio. El género es uno de los factores determinantes de esta experiencia (BID, 2021).

Sumado a ello, se debe tener en cuenta los diferentes acontecimientos que se suscitaron en el sistema internacional, como la pandemia del COVID-19, el avance de la tecnología, las guerras comerciales, entre otros, los cuales fueron factores determinantes que complejizaron el fenómeno de la movilidad humana. Sin dudas un escenario así plantea desafíos y exigen una mayor reflexión acerca de la movilidad humana, de sus implicancias en la sociedad, más aún si se tiene en cuenta que un 49,9% de los migrantes a nivel mundial está representado por mujeres.

Tal como se expuso en la introducción de este artículo las razones y/ o motivos que están asociados a la movilidad humana de hombres y mujeres responde a factores socioeconómicos (mejores salarios, mejor índice de calidad de vida) laborales (crecimiento profesional, mejores oportunidades laborales, etc.) familiares (reunificación familiar) estudios (becas, oportunidades de estudiar en el exterior), entre otros (ONU MUJERES, 2017).

Más allá de los motivos esbozados en el párrafo anterior, la decisión de moverse o la movilidad humana en sí, no siempre es de manera voluntaria, es decir, el entorno a veces limita o fuerza a las personas a moverse/ migrar. En este sentido, la decisión de emigrar puede ser forzosa debido a situaciones de conflicto o desastre, últimamente es notorio la migración o movilidad humana por cuestiones climáticas, y se presupone que el número de migrantes climáticos irá en aumento. En cualquiera de los casos esbozados anteriormente, el género de la persona es un factor fundamental en lo que es la movilidad humana junto con la raza, el origen étnico, la clase y/o la condición de discapacidad.

Para concluir esta parte es importante dejar en claro que las mujeres en particular afrontan desafíos específicos en comparación con sus contrapartes masculinas por lo tanto estas diferencias y retos específicos merecen un análisis más detallado.

ENFOQUE DE GÉNERO

En este apartado se continuará con el análisis de la movilidad humana desde una perspectiva de género. Para ello se hace necesario poder conocer de qué se trata el enfoque de género, el cual parte de reconocer las desigualdades estructurales entre hombres y mujeres, producto de la construcción sociocultural. Desigualdades que responden a asimetrías de poder que privilegian lo “masculino” frente a lo entendido como “femenino”, subordinando este último al primero (INAMU, 2007; UNEG, 2012; BID, 2021).

La inclusión de dicho enfoque en los diferentes procesos de socialización permitirá identificar y visibilizar las expresiones que esta desigualdad toma en la práctica, lo cual a menudo, se trata de brechas socialmente naturalizadas que pueden pasar desapercibidas. Por ende:

El enfoque de género refiere a observar, analizar y promover transformaciones respecto de las desigualdades e inequidades en la condición, construcción de los roles y posición de hombres y mujeres en la sociedad. La incorporación de este enfoque ha surgido de la necesidad de apreciar y valorar la realidad desde una perspectiva de justicia y equidad y, por consiguiente, en las labores de diseñar, implementar, evaluar políticas e intervenciones públicas, valorar buenas prácticas y obtener aprendizajes (UNEG, 2012).

Esto último resulta importante ya que resalta la importancia de aplicar el enfoque de género en los diferentes ámbitos del hombre y mujer en la sociedad. En el caso de la movilidad humana el enfoque de género permite un abordaje integral teniendo en cuenta que las relaciones entre géneros (hombre/ mujer) son asimétricas lo que conlleva a la maximización de las vulnerabilidades a las que se exponen en especial las mujeres en dicho contexto.

De ahí la importancia en trabajar por la igualdad de género en el proceso de la movilidad humana. La misma se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de mujeres y hombres, niños/as y adolescentes. Por último y para concluir este apartado debemos decir que:

“Igualdad no significa que las mujeres y los hombres son o deban ser iguales, sino que los derechos, responsabilidades y oportunidades no dependerán del hecho que una persona haya nacido hombre o mujer. Implica que se tienen en cuenta los intereses, necesidades y prioridades tanto de hombres como mujeres, reconociendo la diversidad entre los diferentes grupos de mujeres y hombres. La igualdad de género no es un “asunto de mujeres”, sino que atañe y debe involucrar a hombres y mujeres” (Naciones Unidas, 2012).

CONCLUSION

Teniendo en cuenta la complejidad del fenómeno de la movilidad humana es fundamental promover el estudio de la movilidad humana desde una perspectiva de género de manera de visibilizar las brechas que existen en la sociedad y de esta manera minimizar los riesgos a los cuales se exponen las mujeres y niñas migrantes.

Se suma a lo anterior, la falta de controles fronterizos y la ineficiencia en la gestión de fronteras los cual motiva a la proliferación en la práctica de acciones que llevan a una sistemática violación de los derechos humanos. Por ello:

“La integración de la perspectiva de género en los proyectos de desarrollo y en las políticas públicas ha demostrado ser determinante y tener implicaciones incluso en uno de los retos de desarrollo más recientes: la migración repentina y masiva que está ocurriendo en los países de América Latina y el Caribe” (BID, 2021).  

Por esto es importante que se pueda dar una respuesta a las problemáticas que surgen de la falta del enfoque de género en las políticas públicas. Es de vital importancia que los estados nacionales pongan en sus agendas esta cuestión que es importante para disminuir la desigualdad. 

Resta por decir que más allá del enfoque de género se debe tener en cuenta el enfoque generacional (en otras palabras, la edad), es decir, lo relativo a los niños/niñas migrantes que transitan la ruta migratoria, esto último podría ser análisis para otro artículo.

Por último, se hace un llamado a los actores de la sociedad civil dar respuestas efectivas en terreno pero que dichas respuestas tengan un ENFOQUE DE GÉNERO.


 BIBLIOGRAFÍA

  1. Banco Interamericano para el Desarrollo [BID] (2021). La migración desde una perspectiva de género: ideas operativas para su integración en proyectos de desarrollo. [En Línea]. Disponible en: https://publications.iadb.org/publications/spanish/viewer/La-migracion-desde-una-perspectiva-de-genero-Ideas-operativas-para-su-integracion-en-proyectos-de-desarrollo.pdf
  2. Grupo de Evaluación de Naciones Unidas [UNEG] (2012). Integración de los derechos humanos y la igualdad de género en la evaluación – hacia una guía del UNEG. Naciones Unidas [En Línea]. Disponible en: http://www.uneval.org/papersandpubs/documentdetail.jsp?doc_id=980
  3. Instituto Nacional de las Mujeres [INAMU], (2007). Política Nacional para la Igualdad y Equidad de Género 2007-2017. Instituto Nacional de las Mujeres, Fondo de Población, San José, Costa Rica.
  4. Organización Internacional para las Migraciones [OIM] (2023). Portal Oficial. [En Línea]. Disponible en: https://www.iom.int/es/resources/centro-de-analisis-de-datos-de-la-oim-sobre-la-migracion-mundial-gmdac
  5. ONU MUJERES (2017). Guía sobre el enfoque de igualdad de género y derechos humanos en la evaluación. Orientaciones para su incorporación en el proceso de evaluación. ONU Mujeres y MIDEPLAN – Costa Rica. Disponible en https://lac.unwomen.org/sites/default/files/Field%20Office%20Americas/Documentos/Publicaciones/2017/06/Guide%202%20-%20MIDEPLAN-compressed.pdf
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Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Católica de Santiago del Estero, sede Jujuy. Se desempeña como docente de esa carrera en la cátedra de Historia de las Relaciones Internacionales. Actualmente se desempeña como coordinadora de Frontera de la Cruz Roja Argentina. Miembro investigadora de Ceinaseg. Es integrante de la comisión coordinadora del CECPRID UCSE-DASS y se desempeña como investigadora dentro del Observatorio de Comités de Integración y ZICOSUR y dentro del mismo. Actualmente se encuentra en la ejecución de su trabajo final para la especialización de Negocios Internacionales por la Universidad Siglo 21 de Córdoba.