En la actualidad, la nueva carrera espacial dio un nuevo giro al orden y escenario internacional.  Ahora los actores internacionales que buscan ascender como potencia mundial están conscientes que para serlo también deben ejercer su poder sobre el espacio exterior. Lo anterior implica que un Estado que busque la hegemonía mundial deberá ser una potencia a escala regional, global y ultraterrestre. En este sentido, los tres principales jugadores son Estados Unidos, China y Japón. Por ello, el presente ensayo analiza las asociaciones estratégicas de esos tres Estados en materia espacial y el impacto que tienen sus alianzas con otros Estados respecto a la distribución del poder para cada uno.

Palabras clave:  Espacio exterior, alianzas, China, Japón, Estados Unidos, poder.


El día cuatro de octubre de 1957, la entonces Unión Soviética lanzó al espacio ultraterrestre el primer satélite artificial (Sputnik I). A su vez, este acontecimiento marca dos hitos importantes. El primero, es el inicio de una era de avances tecnológicos y científicos en materia espacial. El segundo, el comienzo de la carrera espacial. En ese contexto, Estados Unidos y la Unión Soviética eran los dos únicos países partícipes en la carrera; sin embargo, pronto se sumaría la República Popular China y Japón.

Hoy en día, analizar quién es quién en la carrera espacial es un tema complejo ya que habría que analizar diversos factores. Por ejemplo, si únicamente se toma en cuenta el gasto público en programas espaciales, el ganador indiscutible es Estados Unidos, seguido de China, Japón y Francia (véase gráfica 1). Si en cambio la variable decisiva fuera el número de misiones, probablemente el tablero se movería. Sin embargo, un factor crucial para determinar el papel de estos países son sus alianzas con los demás actores internacionales. Y la manera en que influyen en el escenario geopolítico.

Gráfica 1. Gasto público en programas espaciales en 2020 y 2022, por país principal (en miles de millones de dólares estadounidenses)

Fuente: Statista Research Department, 2022.

La carrera espacial brinda una visión de las rivalidades de todos aquellos Estados que continúan la lucha por posicionarse como líderes de la industria espacial. Con relación a ello la industria japonesa a través de la carrera espacial internacional se ha visto favorecida con alianzas estratégicas en el sistema internacional con rasgos cooperativos que marcaron el hito para los Estados como lo fue la puesta en órbita de la Estación Espacial Internacional donde agencias como Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), Roscosmos de la Federación de Rusia, Agencia Espacial Europea, Agencia Espacial Canadiense y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Sendino, 2022) sentaron precedentes para poner a discusión la creación de alianzas dentro de la carrera espacial, sin embargo, se prevé que la Estación Espacial Internacional llegue a su fin en 2030 por el abandono de su órbita para arder en la atmósfera y caer al océano pacífico (West, 2023), que bien podrían ser el inicio de una nueva búsqueda de alianzas.

Inicialmente, es necesario reconocer a Estados Unidos como uno de los aliados más importantes para Japón. En este año, un acontecimiento importante en la relación bilateral es la reunión realizada en las oficinas de la NASA donde ambos Estados realizaron la firma del acuerdo cooperativo sobre la exploración espacial y uso del espacio ultraterrestre con fines pacíficos (A 21, 2023). Uno de los objetivos del acuerdo es aprovechar esa alianza para que Japón pueda insertar a iSpace como proveedor privado de carga a la luna para el programa Artemis de la NASA. Esta alianza implica un intercambio de conocimientos tecnológicos y permite que Japón pueda ejecutar proyectos aplicando el conocimiento estadounidense.

Las misiones espaciales de Estados Unidos tienen un impacto significativo en la geopolítica del espacio. Estados Unidos ha sido líder en la exploración espacial desde la década de 1950, cuando lanzó su primer satélite, el Explorer 1 construido por el Jet propulsión laboratory. Desde entonces ha lanzado una serie de misiones a la Luna, los planetas del sistema solar, y ha mantenido una presencia constante en la órbita terrestre a través de la Estación Espacial Internacional.

Partiendo de eso, no podemos dejar pasar los establecido por (Duarte, 2019) “los soviéticos le sacarían ventaja a EE. UU. sobre la Luna otras dos veces más, antes de que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) lograra llegar a destino con su misión Apolo 11 en 1969 y poner a los primeros humanos en la Luna.”

En consecuencia, se podría sugerir que la política espacial de los Estados Unidos de América es reaccionaria ya que responde a los estímulos de su contraparte; en un primer momento respondió a la URSS y ahora responde a China que apunta a ser su nueva competencia en lo que cabe a la nueva carrera espacial.

A esto agregarle el rol crucial de Space X, la empresa fundada por Elon Musk en 2002, que ha desempeñado un papel importante en la política espacial de Estados Unidos en los últimos años en la política espacial estadounidense. En 2020, SpaceX se convirtió en la primera empresa privada en enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) en su nave espacial Crew Dragon. Esta hazaña fue posible gracias al programa Commercial Crew de la NASA, que se estableció en 2010 para promover la participación del sector privado en los vuelos espaciales tripulados (Amos, 2020).

La Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) se suma como otro aliado estratégico de Japón a través de JAXA con el proyecto conjunto de exploración polar lunar para realizar el lanzamiento del cohete y desarrollo del vehículo lunar, mientras que la agencia hindú desarrollaría el módulo de aterrizaje de la misión, exponiendo su intención de llegar en conjunto a la Luna (Actualidad Aeroespacial, 2019); dicha alianza recae en la importancia de obtener lazos cooperativos de agencias orientales para ser parte de una competencia oculta hacia el rival más fuerte en el sistema internacional.

Y por último la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA) con apoyo del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y JAXA para la puesta en órbita del satélite Morazán de la República de Honduras desde la Estación Espacial Internacional desde el Módulo Experimental Japonés «Kibo», siendo un proyecto apoyado por diversas academias de Centroamérica para la creación de satélites al servicio de la región y ser partes de la gestión y protección de recursos minerales a través de tecnologías geoespaciales (Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana, 2020); todo esto causa una impresión sobre la estrategia japonesa de diversificar sus aliados a través de distintas regiones y con recolecciones distintas de información que podría contribuir a plantarse en otros ámbitos cooperativos.

China, por su parte, es un Estado que en las últimas dos décadas ha adquirido un papel importante en materia espacial.  Actualmente el gigante asiático “es una potencia espacial con un excelente historial de vuelos espaciales tripulados con éxito, orbitadores lunares, y un programa para enviar taikonautas a la Luna” (Sanderson, 2023, p. 10). Para ello, fueron cruciales no sólo los avances científicos y tecnológicos, sino las alianzas que iba estableciendo. Alianzas que al mismo tiempo son fundamentales para que China pueda cumplir su objetivo de convertirse en la principal potencia espacial para el año 2030.

En los últimos años, China ha demostrado un especial interés por profundizar sus relaciones con países latinoamericanos. Cooperación que se establece bajo la premisa de ofrecer “una oportunidad para reducir las asimetrías globales y apoyar una recuperación económica transformadora inclusiva que promueva el desarrollo sostenible en línea con la Agenda 2030” (CEPAL, 2021). Además, China propone “una actuación conjunta en los foros internacionales, orientada hacia incrementar la influencia del mundo en desarrollo en la institucionalidad financiera y comercial vigente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial” (Valenzuela, 2017, p. 131).

Dentro de los principales aliados de China en el campo espacial se encuentran países que pertenecen a la región de América Latina (destacan Argentina, Brasil, México y Chile). La cooperación China-América Latina engloba desde la firma de memorandos de entendimiento hasta el lanzamiento conjunto de satélites. En este orden de días, el vínculo más estrecho que tiene China  es con Argentina. El lazo entre ambas naciones se fortaleció cuando acordaron el “emplazamiento de una estación espacial en la provincia de Neuquén, situada en el sur patagónico” (Blinder & Flenker, 2020, p. 13).

Es importante señalar que la cooperación entre China y la región latinoamericana se da en un momento en que los países de la región latinoamérica buscan reducir su dependencia hacia Estados Unidos a través de la diversificación de sus relaciones. Aunado a lo anterior, uno de los objetivos tanto del país asiático como de los principales países de América Latina es “reconfigurar el orden global dominado por las potencias occidentales” (Blinder & Flenker, 2020, p. 22).

En la actualidad el mundo pasa por un momento crucial. El mapa del poder mundial se está reconfigurando. El ascenso de la región de Asia-Pacífico y China, así como el declive de la hegemonía estadounidense, han creado un ambiente de tensión en el escenario internacional. En la guerra fría, los estrategas norteamericanos creían que podrían perder la guerra en América Latina. Si ese argumento se modifica de acuerdo con la coyuntura actual, podría ponerse sobre la mesa la hipótesis de que la pugna por convertirse en la potencia hegemónica puede ganarse o perderse en el espacio exterior.

Las alianzas estratégicas en la carrera espacial entre China, Japón y Estados Unidos tienen implicaciones profundas en el equilibrio geopolítico global. Estas alianzas afectan la distribución del poder, intensifican la rivalidad geopolítica, promueven la dependencia tecnológica y la cooperación, y pueden contribuir a una reconfiguración del orden global establecido. El espacio se ha convertido en un nuevo campo de competencia y cooperación que tiene el potencial de influir en la política y las relaciones internacionales.

En este sentido, así como en la guerra fría las zonas de influencia eran cruciales para los Estados en cuestión, en la actualidad, las alianzas que se configuren en materia espacial se convierten en un factor clave para acomodar las piezas del tablero geopolítico en el espacio ultraterrestre y poner en jaque al otro jugador.

Actualmente, la carrera espacial representa una grata oportunidad de unión dentro del sistema internacional, donde todo movimiento cooperativo puede contribuir a distintos ámbitos de estudio como la geografía o climatología, lo que hace que las alianzas se vuelvan oportunidades de adquisición de conocimiento de los países y surgimiento de nuevos proyectos en beneficio de sus ciudadanos, resaltando también el impulso que otorgan a otros Estados de poder introducirse a la carrera o el interés de ser colaboradores para posicionarse dentro del tablero internacional. Con el constante avance tecnológico, surge la necesidad de crear nuevas alianzas pero también convertirse en buenos aliados, para poder continuar desarrollando esta disciplina y que su apogeo sea una crucial para insertarse en los debates diplomáticos a futuro.


Referencias

A 21  (2023). Firman EU y Japón acuerdo para exploración espacial conjunta. Aviación 21. https://a21.com.mx/index.php/aeroespacial/2023/01/16/firman-eu-y-japon-acuerdo-para-exploracion-espacial-conjunta

Actualidad Aeroespacial (2019) JAXA e ISRO proyectan una misión lunar conjunta – Actualidad Aeroespacial. Actualidad Aeroespacial. https://actualidadaeroespacial.com/jaxa-e-isro-proyectan-una-mision-lunar-conjunta/

Blinder, D., & Flenkel, A. (2020). Geopolítica y cooperación espacial: China y América del Sur. Desafíos, vol. 32, núm. 1, pp. 1-30. https://doi.org/revistas.urosario.edu.co/desafios/a.7669

CEPAL. (2021). La cooperación entre China y América Latina y el Caribe ofrece una oportunidad para reducir las asimetrías globales y apoyar una recuperación económica transformadora. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. https://acortar.link/n2sBsm

Sanderson, L.  (2023). Los programas espaciales de los Estados Unidos, Rusia y China: ¿militarización creciente? Instituto Español de Estudios Estratégicos. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2023/DIEEEO47_2023_LIDSAN_Programas. pdf

Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (2020) Naciones Unidas y Agencia Espacial del Japón seleccionan satélite Morazán, un esfuerzo de integración, para ser lanzado a la Estación Espacial Internacional. SICA.  https://www.sica.int/noticias/sica-naciones-unidas-y-agencia-espacial-del-japon-seleccionan-satelite-morazan-un-esfuerzo-de-integracion-para-ser-lanzado-a-la-estacion-espacial-internacional_1_125721.html

Sendino, S. (2022). Alianzas en el espacio: ¿Cómo colaboran Rusia y Estados Unidos?. LaSexta.  https://www.lasexta.com/tecnologia-tecnoxplora/ciencia/alianzas-espacio-como-colaboran-rusia-estados-unidos_202202256219153df6355200014230ff.html

Statista Research Department. (2022). Gasto público en programas espaciales. Statista. https://www.statista.com/statistics/745717/global-governmental-spending-on-space-programsleading-countries/

Valenzuela, J. (2017). Evolución de la Política Exterior de China para América Latina. Relaciones internacionales, 26 (53), pp. 115-133. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2314-27662017000200008&lng=es&tlng=es.

West, D. M. (2022). Adiós a la Estación Espacial Internacional: y después. BBVA Opendmind.https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/fisica/adios-estacion-espacial-internacional/

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