Según la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (en adelante ACNUR) de España, la ayuda humanitaria es: “aquella que se brinda a la población víctima de un desplazamiento forzado, garantizándoles acceso a servicios básicos para sobrevivencia en medio de desplazamientos causados por desastres naturales, conflictos armados, entre otras emergencias humanitarias” (ACNUR, 2023). ACNUR se ha caracterizado por trabajar bajo elementos de ayuda humanitaria, entre las que se encuentra: trabajo en cadena desde los almacenes hacia las víctimas; primeras 72 horas donde se debe trabajar con rapidez para hacer más eficaz la atención; y soluciones a largo plazo.

Además, es necesario conocer los pasos clave para garantizar una ayuda humanitaria efectiva, empezando por una evaluación inicial y movilización para conocer el número de víctimas y necesidades, respuesta inmediata en las primeras horas para atender necesidades urgentes, planificación de operaciones para despliegue de protocolos, coordinación y organización de distribución al personal, medidas de ejecución a través de acuerdos instituciones, y relaciones externas para que los actores puedan formar parte de las actividades que se llevan a cabo (ACNUR, s. f.).

Aunque la ayuda humanitaria sea vista como una labor de alta organización, importancia y coordinación institucional, también representa muchas veces un lado de la diplomacia donde se vive el riesgo a diario, con tal de preservar y cuidar a los más vulnerables en medio de conflictos. Resaltando que muchas veces la diplomacia humanitaria no tiene el mérito que merece y, muchas veces, puede llegar a ser ignorada.

Ante el constante cambio globalizador donde los conflictos son el pan de cada día, es necesario poder dar a conocer a las nuevas generaciones lo que esta labor representa, desde la realidad y no desde el romanticismo cooperativo; así como la importancia del surgimiento de una generación de trabajadores humanitarios, que puedan desempeñar un cargo diplomático humanitario de alto compromiso por el bienestar de las poblaciones.

El término «diplomacia humanitaria», se plantea a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, donde la administración estadounidense se refería a la negociación necesaria para realizar una intervención en la soberanía de otro Estado-Nación incapaz de garantizar seguridad en sus ciudadanos. Sin embargo, en esa época, las intervenciones eran en bienestar de los estadounidenses, desde su agenda política y no por consideraciones humanitarias.

El concepto se ha ido utilizando en distintos gobiernos, bajo la definición de la constante mejora de instrumentos de protección para colectivos vulnerables en medio de conflictos o situaciones de crisis, en base a actividades de promoción e incidencia político-humanitaria al respeto del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y, los principios de la acción humanitaria como la imparcialidad, neutralidad e independencia.

Organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de Sociedades de Cruz Roja y Media Luna Roja (FICR), han utilizado el término desde hace poco tiempo, bajo un marco de implementación de programas humanitarios y la construcción de colaboradores. La acción humanitaria se emplea como un instrumento de negociación y movilización de diversos actores para actuar ante emergencias, pero también como mecanismos de prevención de riesgos durante gestiones de crisis, siendo el mayor elemento de trabajo el diálogo con los Estados (Marcos, 2020).

La FICR, brinda la Política de Diplomacia Humanitaria como una herramienta de estudio para una diplomacia humanitaria eficaz y su integración, mencionando que la diplomacia humanitaria busca los intereses de las personas vulnerables a través de la movilización de recursos pertinentes dentro de las Sociedades Nacionales y la Federación Internacional, siendo este un elemento de sensibilización, negociación, comunicación por parte de líderes capaces de tomar decisiones desde los principios humanitarios fundamentales. La política muestra los elementos necesarios para la acción, como lo es la responsabilidad de convencer; convencer con las herramientas diplomáticas adecuadas; centrarse en áreas de conocimiento; y actuar en el momento oportuno con asociados externos, siendo una guía complementaria en beneficio de la población (Política De Diplomacia Humanitaria, s.f.).

Sin embargo, la asistencia humanitaria también pasa por conflictos internos ante la falta de apoyo y de políticas de cooperación que reconozcan su labor como una prioridad ante las coyunturas humanitarias, que se presentan sin previo aviso. La Agencia de Naciones Unidas para la Asistencia Humanitaria, menciona que 274 millones de personas sufren el impacto de crisis humanitarias en 63 países. La Organización de Naciones Unidas, expresa que el total requerido para fondos destinados a la asistencia humanitaria son 46 mil millones de dólares, pero solo se cubre el 23%, mientras que las partidas mundiales para gastos militares superan la cifra. Además, el informe de la Escola Cultura de Pau refleja que se hay 32 conflictos armados, de los cuales, 53% son de alta intensidad y se encuentran 98 situaciones de tensión en el mundo (Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, 2022).

Dichos datos nos reflejan que, aunque la asistencia humanitaria pueda ser una prioridad frente a ciertos escenarios a nivel mundial, no ha tenido el apoyo requerido ni la importancia que los gobiernos deberían otorgar. Así también, no se ha velado debidamente por el derecho de los trabajadores humanitarios quienes ponen en riesgos sus vidas en beneficio de las poblaciones en crisis, por lo que, cada año se lamentan las pérdidas de personas que se dedican a la acción humanitaria.

Según datos de las Naciones Unidas, en 2022, 444 trabajadores humanitarios sufrieron ataques, donde 116 resultaron muertos, sumando a 450 cooperantes que fueron víctimas de atentados; el 96% eran nacionales y el 4% eran trabajadores internacionales, donde el mayor riesgo se encuentran en los que desempeñan esa labor en su propio país, siendo el 47% pertenecientes a ONG nacionales, dejando en evidencia la serie de riesgos que conlleva esta profesión, exponiéndose a sufrir violencia de distintos tipos. Como ejemplo de ello, Naciones Unidas reveló que 185 trabajadores humanitarios fueron secuestrados y usados como intercambio por bandas criminales, lo cual expone la salud mental a situaciones traumáticas. También, se enfrentan a contagio de enfermedades, riesgos de accidentes de circulación, riesgo de caídas de edificios e infraestructuras, contextos políticos y socioculturales en crisis, discriminación, entre otras situaciones que ponen en peligro sus vidas.

Aid Worker Security Database (AWSD) ha realizado una recopilación global de informes sobre incidentes de seguridad hacia los trabajadores humanitarios durante el 2023, donde se establecieron 137 ataques producidos en Sudán del Sur, Sudán, Mali, Myanmar, República Democrática del Congo y Siria; países expuestos a violencia extrema y derechos vulnerados, dependientes de agencias de cooperación, organismos multilaterales y organizaciones no gubernamentales.

En 1995, se aprobó la Convención sobre la Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado, donde se solicita la protección del personal humanitario por parte de los Estados durante el desempeño de sus funciones, dando paso en 2005 a la aprobación de un protocolo facultativo sobre esa convención para la ampliación a la protección del personal de asistencia humanitaria durante emergencias, política o para el desarrollo, creándose el Departamento de Seguridad de la ONU, donde lleve a cabo la importancia a la seguridad y protección de los miembros del personal de las Naciones Unidas y sus familias (Sánchez, 2023). 

Empero, estos esfuerzos no han sido suficientes, ya que, según información de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), más de 460 miembros del personal humanitario fueron víctimas de atentados, también, Humanitarian Outcomes publicó que más de 140 trabajadores humanitarios murieron en estos ataques desde 2013, donde 138 se encontraban trabajando en sus países, mientras que 203 resultaron heridos y 117 fueron secuestrados. Durante el 2022, 168 miembros del personal humanitario fueron atacados, con 44 víctimas fatales (UNFPA Colombia, 2022).

Durante el mes de octubre del presente año, la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó que más de 35 trabajadores humanitarios han muerto en la Franja de Gaza durante el conflicto Israel-Palestina, debido a los intensos bombardeos dentro de refugios e instalaciones de la agencia donde 400,000 personas se encontraban buscando seguridad. La Agencia informó que debido a los constantes ataques tuvo que suspender servicios educativos, sanitarios y de recolección de residuos (UN News, 2023).

Todos estos acontecimientos nos llevan a recrear una reflexión sobre cuántos trabajadores humanitarios más no han sido contabilizados o que tal vez en estos momentos se están dando de baja, siendo más que evidente la necesidad de protección que estos necesitan y más durante guerras que no prevén un fin en específico, trabajando en condiciones de escasez y sin retorno a sus países de orígen.

Tal como lo menciona el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en su artículo «Trabajar en emergencias humanitarias»: Trabajar en situaciones de emergencia y entornos de alto riesgo puede ser muy gratificante y todos los lugares de destino en situación de emergencia presentan oportunidades y obstáculos propios de cada uno de ellos.

Arrancando desde acá, podemos continuar bajo un ambiente de reflexión. Durante el estallido de distintas situaciones de catástrofes alrededor del mundo, se ha escuchado mucho en el ámbito profesional las frases como “Quisiera dedicarme al trabajo humanitario” o “Me llama la atención ir a las zonas de desastres”, cosa que es muy buena porque muestran interés en ello, pero la verdadera reflexión debería radicar en cómo podemos contribuir con los trabajadores humanitarios desde nuestra calidad como profesionales, qué es lo que se necesita para tener la misma calidad de ellos para formar parte de ese mundo laboral o qué podemos hacer para empezar a trabajar desde nuestras comunidades, que más allá de tratarse de una representación o una colaboración, es la entrega de una vida a cambio de salvaguardar muchas, además, en un entorno de sobrevivencia.

Las condiciones de vida y labores se encuentran expuestas en un permanente riesgo, donde se presencian distintas situaciones de sufrimiento para el ser humano, sumando a todas las condiciones que deben cumplirse para sobrevivir (restricciones a la libertad de movimiento, limitación de recursos, entre otros) porque los terrenos de trabajo son la realidad por la que se trabaja constantemente para generar un cambio, donde esa realidad puede alterarse un abrir y cerrar de ojos y, también, donde no se sabe hasta cuando serán capaces de soportar todos los escenarios de tragedia.

Ante los recientes conflictos, ha aumentado el romanticismo dirigido a la asistencia humanitaria por parte de observadores y seguidores de noticias a nivel mundial que no se encuentran cerca de la zona de conflicto, por lo que es necesario crear nuevamente un entorno de reflexión, concientización y de colaboración, para que todos los actores involucrados puedan contribuir al cumplimiento de derechos de los trabajadores humanitarios.

Para ello es necesaria la promoción de las normativas internacionales dirigidas al respeto del Derecho Internacional Humanitario, garantizar las intervenciones de sus principios, fomentar la diplomacia humanitaria como medio de solución de conflictos, garantía de derechos humanos en la acción humanitaria, fomentar iniciativas de trabajo colectivo, promover procesos de prevención, y fortalecer el rol de actores locales (Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, 2022).

También, es necesario que desde la academia se fortalezcan las herramientas y técnicas para la práctica diplomática humanitaria, generando profesionales que se encuentren listos ante conflictos imprevistos con un rápido accionar. Así también, es necesario que los trabajadores humanitarios sean reconocidos y protegidos antes, durante y después de sus labores, siendo su labor una luz de esperanza en medio de la tragedia, porque muchos de ellos realizan sus labores de manera desinteresada, tal vez, porque vivieron una situación similar y conocen a primera mano lo que es necesitar ayuda, pero también por el amor que tienen hacia la humanidad.

Entonces, si los trabajadores humanitarios ayudan a todas las poblaciones, ¿quiénes los ayudan a ellos?


Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente la organización comparte lo expresado.


Referencias
ACNUR (s. f). Ayuda humanitaria: ¿qué es, quién y cuándo la recibe? https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/eventos/ayuda-humanitaria-la-unica-forma-de-sobrevivir-para-millones-de-personasCoordinadora de Organizaciones para el Desarrollo. (19 de agosto de 2022). La asistencia humanitaria se debilita cuando más se necesita – La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo. Coordinadora de ONGD. https://coordinadoraongd.org/2022/08/la-asistencia-humanitaria-se-debilita-cuando-mas-se-necesita/
UN News (24 octubre 2023). Israel-Palestina: La cifra de trabajadores humanitarios de la ONU muertos se eleva a 35. https://news.un.org/es/story/2023/10/1525112
Marcos, F. R. (19 de junio de 2020). La diplomacia humanitaria en el escenario internacional actual: algunas tendencias y su incidencia en el caso español1. CAMPUS IECAH. https://campusiecah.org/www/F/DOCS/La%20diplomacia%20humanitaria%20en%20el%20escenario%20internacional%20actual_REY_UB_2019.pdf
Federación Internacional de Sociedad de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC-IFRHM). (s. f.). Política de Diplomacia Humanitaria. https://www.ifrc.org/sites/default/files/2021-07/Humanitarian-Diplomacy-Policy_SP.pdf
Sánchez, M. (8 de octubre de 2023). Cooperantes y trabajadores humanitarios: cuando el día a día tiene peligro de muerte. The Conversation. https://theconversation.com/cooperantes-y-trabajadores-humanitarios-cuando-el-dia-a-dia-tiene-peligro-de-muerte-214593
UNICEF. (s. f.) Trabajar en emergencias humanitarias. (s.f.). https://www.unicef.org/careers/es/trabajar-en-emergencias-humanitarias
UNFPA Colombia. (18 de agosto de 2022). Más de 140 trabajadores humanitarios murieron en 2021, en un momento en que las crisis aumentan en todo el mundo. UNFPA Colombia. https://colombia.unfpa.org/es/news/mas-de-140-trabajadores-humanitarios-murieron-en-2021

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Estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad de El Salvador (UES), ex pasante de la Organización de los Estados Americanos (OEA, 2022), asistente a los Comité Olímpicos Nacionales de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe (San Salvador, 2023), ex coordinadora del Movimiento de Mujeres Estudiantes de Relaciones Internacionales (MERI Mujeres, 2020 - 2023), colaboradora de distintas organizaciones sociales salvadoreñas y pasante en el Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador (MRREE, 2023). Especialista en oratoria, redacción de artículos académicos, proyectos de cooperación, derechos humanos, género, diplomacia, migración y cultura. Interesada en la diplomacia, temas jurídicos, investigaciones participativas, intervenciones académicas, prácticas protocolarias y el constante aprendizaje diverso.