De la Diplomacia Pública a la Diplomacia digital
Por Virginia Nehme
La transformación de las comunicaciones es uno de los efectos secundarios más evidentes de vivir el fenómeno de la globalización. Por lo tanto, la diplomacia también se ha recreado y continúa evolucionando, aprovechando las oportunidades y gestionando los principales desafíos de la comunicación sobre políticas de alto nivel. En este sentido, la práctica de la diplomacia a través de las plataformas digitales está principalmente enfocada en ampliar los mensajes de la política exterior de los diferentes gobiernos, siendo ahora fundamental en la comunicación estratégica. Tanto en situaciones de crisis como en la actual pandemia provocada por el virus COVID-19, como en períodos ordinarios de actividad, la comunicación digital es una herramienta clave para la actividad de los ministerios de exteriores y de su red de representaciones y consulados porque tiene el objetivo primordial de llegar al ciudadano, utilizando las diferentes herramientas y plataformas digitales haciendo uso de las Tecnologías para la Información y la Comunicación (TIC’s) transmitiendo sus intereses, atractivos, cultura, logros y desafíos de la política exterior de cada país. Varios gobiernos y ministerios han desarrollado la diplomacia digital a través de las redes sociales, mejorando su comunicación con los ciudadanos y sus conciudadanos en el extranjero.
¿Qué es la Diplomacia Digital?
Recientemente, el término «diplomacia digital» ha sido rescatado por varios autores expertos en el tema, principalmente por el académico Corneliu Bjola, profesor de estudios diplomáticos en la Universidad de Oxford, que expone que: “La diplomacia digital es el uso de las redes sociales con fines diplomáticos. La diplomacia podría cambiar prácticas de cómo los diplomáticos participan en la gestión información, diplomacia pública, planificación estratégica, negociaciones internacionales o incluso gestión de crisis” (2015). El concepto de diplomacia digital contiene, entonces, determinadas características:
- Uso de las redes sociales y plataformas digitales.
- Nuevas herramientas para difundir, recoger y medir información
- Alcance de audiencias más amplias
- Mantiene los objetivos esenciales de la diplomacia
- Transparencia y responsabilidad
¿Cómo surgió la diplomacia digital?
La diplomacia digital es resultado de la evolución de diplomacia en sí, es decir, conocemos que la diplomacia se divide en tres períodos: el primero va desde la diplomacia antigua hasta el siglo XV, el segundo, corresponde a partir del siglo XV hasta la época moderna basado en el derecho internacional; y, el tercer periodo, surge a partir de las guerras mundiales hasta la actualidad. (Morales Manuel, 1996).
De manera reciente, con la globalización, la diplomacia pública ha evolucionado, y es ahora lo que conocemos como diplomacia digital. Es a partir de los años 90, en donde comienza una nueva forma de diplomacia, reestructurando nuevos intereses y necesidades mundiales, gubernamentales y sociales en el ecosistema digital.
“La era en que los diplomáticos hablaban solo con otros diplomáticos y programaban sus conversaciones a gusto ha pasado. Estamos ante un nuevo tiempo, las nuevas prácticas diplomáticas se desempeñan para triunfar en la era del tiempo real”. (Phil Seib, 2012). Esto demuestra que la transformación de la diplomacia y su actividad influye en el entorno mediático.
La diplomacia y las tecnologías digitales
El autor e investigador Mafrendi 2014, expone en sus estudios: “La inclusión de las tecnologías en la actividad diplomática significa la ampliación del rango de actividades, actores implicados y oportunidades para la gestión”. Partiendo de este hecho concreto, entendemos que la diplomacia digital engloba toda la comunicación en línea y ha se ha ido transformando hasta consolidarse como una pieza clave en la información y en la acción diplomática. Se desarrolla desde la diplomacia pública y se implementa en los diferentes ministerios de asuntos exteriores a través de los sitios web y los perfiles en las diferentes redes sociales tanto del ministerio como de la red de representaciones y consulados.
Asimismo, las redes sociales se extienden más allá de las relaciones interpersonales, en el terreno de la diplomacia también ha pasado a jugar un rol fundamental. Dentro de cada ministerio de asuntos exteriores, corresponde a la dirección de comunicación: diseñar, gestionar y actualizar el portal web, sus contenidos y la propuesta y ejecución de la estrategia en las redes sociales. Para ello, se consideran dos condicionantes y un planteamiento previo:
En primer lugar, la heterogeneidad de los distintos emisores que deben ser coordinados desde el ministerio como del público objetivo en función del mensaje y del país; y, en segundo lugar, la mutabilidad tanto del medio ya que el uso de las distintas plataformas es en esencia cambiante como del contenido que debe adaptarse en función del contexto.
La comunicación digital es ya una parte inherente de la labor diplomática y en este marco las redes sociales constituyen el instrumento de mayor inmediatez y relevancia. Son además una palanca decisiva en los ámbitos de la diplomacia pública y de la lucha contra la desinformación y las noticias falsas. En este contexto, la mayoría de los países utilizan desde hace años y de forma sistemática las redes sociales como instrumento de su acción exterior. Actualmente, podremos encontrar perfiles de diferentes organizaciones internacionales, ministerios, embajadas y sus representantes en plataformas como: Twitter, Instagram, Fan Page de Facebook, Podcast, Youtube e incluso TikTok.
Todos estos actores consideran útil desarrollar la diplomacia digital para comunicarse con los ciudadanos del país delegado y con sus conciudadanos o para difundir sus acciones o eventos más relevantes, resultando clave la coordinación de los mensajes entre todos los actores involucrados. Crear estrategias digitales eficaces permite comunicar de manera ágil y cercana los acontecimientos de la vida del ministerio, de los consulados y embajadas en el exterior.
Ventajas y Desventajas de la diplomacia digital
Ventajas:
- Hay más transparencia a través de la comunicación directa con los ciudadanos.
- Hay mayor convocatoria y cercanía con las comunidades.
- Hay mejor servicio consular a los ciudadanos.
- Posicionamiento de la imagen internacional.
Desventajas:
- La desinformación, Los diplomáticos juegan un papel fundamental, tienen la tarea de denunciar cuentas que comuniquen noticias falsas y que causen desconfianza en sus gobiernos.
- Una mala gestión en redes sociales podría perjudicar la imagen de las sedes diplomáticas y sus gobiernos.
- Una mala comunicación o transmisión del mensaje puede llevar a tensiones diplomáticas, incluso al rompimiento de las relaciones diplomáticas.
¿Cómo los diplomáticos utilizan las redes sociales hoy?
Hoy en día los diferentes actores de la comunidad internacional y líderes mundiales, utilizan las redes sociales como herramientas digitales para manifestar su posición sobre su política exterior, frente a determinadas situaciones del orden internacional. Tal como afirma la profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Copenhague y exjefe de Sección del Departamento de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Adler-Nissen (2019):
“Hace solo unos años, todavía era algo relativamente nuevo adoptar las redes sociales directamente como parte de una herramienta de política exterior, pero ahora es algo cotidiano, ni siquiera pensamos en ello. Una de las primeras cosas que hacen muchos diplomáticos, embajadores y líderes políticos en su día es revisar sus plataformas de redes sociales, porque no se trata solo de comunicarse con una audiencia más amplia, abriendo una práctica que durante cientos de años ha sido relativamente cerrado, al menos para el laico cotidiano, también es porque es una forma de comunicarse entre Estados».
De esta manera, la autora manifiesta y explora las formas en que los diplomáticos y los líderes del gobierno utilizan las redes sociales para promover los intereses nacionales y mejorar las comunicaciones estratégicas para la cooperación internacional.
Podemos ver, entonces, el estado actual de la diplomacia digital y los resultados positivos que están llegando a medida que las organizaciones internacionales y otros actores prestan atención a la transformación digital en las prácticas de asuntos exteriores.
Diplomacia digital en pandemia
A medida que el COVID19 comenzó a extenderse desde Asia a Europa y los Estados Unidos, los países comenzaron a cerrar sus fronteras una tras otra, dejando a miles de sus ciudadanos varados. El interés en las relaciones bilaterales también se disparó. Las embajadas y los consulados se utilizaron sus canales digitales con más fuerza para ofrecer asesoramiento sobre vuelos de regreso y procedimientos de repatriación, pero también para demostrar solidaridad con la población local afectada por la pandemia y para explorar las condiciones con las autoridades anfitrionas buscando respuestas conjuntas ante la crisis.
Durante estos últimos meses, los ministerios de asuntos exteriores, han participado activamente en los esfuerzos nacionales para detener el brote de coronavirus. Hasta ahora, los ministerios de asuntos exteriores han enfocado sus esfuerzos en:
– Ofrecer asistencia consular a ciudadanos varados en el extranjero.
– Brindar la adquisición de equipos muy necesarios de otras naciones, incluidas máquinas de ventilación y equipo de protección para médicos (diplomacia médica).
– Fomentar colaboraciones internacionales a través de las cuales los científicos puedan buscar conjuntamente una vacuna contra el coronavirus.
Más allá de la pandemia mundial que atravesamos, la globalización ha permitido también que los diferentes gobiernos y líderes se apoyen en las herramientas digitales para comunicar su acontecer diario. Hemos visto como las embajadas interactúan en diversos temas mediante en cuestas mediante las redes sociales, para conocer las necesidades reales de sus ciudadanos y gracias a ello, poder mejorar su servicio público. Además los diplomáticos, han conseguido una mayor empatía con las sociedades en las que se desenvuelven al utilizar sus redes sociales como un registro de su labor, conectando con la cultura, y conociendo las realidades que viven las comunidades al interactuar en estas plataformas. Las tecnologías digitales pueden ofrecer beneficios adicionales a los diplomáticos en tres áreas fundamentales:
1- La diplomacia consular y el uso de canales digitales y bots para conversar con ciudadanos en el extranjero
2- El uso de las redes sociales y argumentamos que los tiempos de crisis ofrecen oportunidades para los estados que buscan administrar su imagen.
3- Combatir las teorías de desinformación y conspiración que confunden a los ciudadanos y erosionan la confianza en el gobierno.
Reflexiones finales
Finalmente, la diplomacia ha tomado mayor protagonismo, sobre todo porque los ciudadanos cada vez más están conectados en las plataformas digitales, las nuevas generaciones interactúan más por estos medios para informarse, conocer aspectos culturales, acceder a servicios, interactuar con los mandatarios y sus representantes para plantear dudas, sugerencias, quejas y recomendaciones.
El futuro de la diplomacia digital lo vemos hoy, en un contexto mundial que nos impulsa aun más a apoyarnos en estas herramientas. Sin embargo, como todo proceso evolutivo, es cambiante y quienes la desarrollen en este caso, los ministerios y organizaciones internacionales deben ir creando y mejorando estrategias para un uso eficiente de la misma en las relaciones internacionales, por ejemplo, la comunicación digital es un aspecto fundamental de cuidado, el cómo transmitir la información, la redacción de textos, lo que desean transmitir a través de imágenes o videos, el desarrollo e impulso de campañas en diferentes áreas, y la lucha contra la desinformación son detalles que siempre hay que vigilar porque son muy versátiles, dependen del contexto global que constantemente cambia, por lo que deben estar preparados para continuar innovando el plan comunicacional a través de las diferentes plataformas para alcanzar mayor eficiencia, eficacia y éxito en las relaciones internacionales.
Bibliografía
Adler-Nissen, R. Y Drieschova. (2019) Track-Change Diplomacy: Technology, Affordances, and the Practice of International Negotiations. International Studies Quarterly, Volume 63, Issue 3. Oxford Academic.
Bjola, C. Y Holmes M. (2015) Digital Diplomacy Theory and Practise. Routledge New Diplomacy Studies.
Manfredi, J. (2014). Taxonomía De La Diplomacia Digital En La Agenda De Las Nuevas Relaciones Internacionales. Trabajo Especial de Grado publicado, Universidad de Castilla – La Mancha. España.
Morales M., (1996). Diplomacia Contemporánea Teoría Y Práctica. Santo Domingo, República Dominicana.
Plentz, M. (2020). How Are Diplomats Using Social Media Today? Disponible: (https://medium.com/digital-diplomacy/how-are-diplomats-using-social-media-today-fa689750f052). [Consulta: 2020, 18 junio].
Seib, P. (2012) Real-time Diplomacy. Politics and Power in The Social Media Era. New York : Palgrave MacMillan