La península escandinava como Pivote Geopolítico.
La península escandinava como Pivote Geopolítico.
“Urge reconocer que la ampliación de la OTAN, aunque tenga en cuenta y trate de paliar las inquietudes rusas, creará nuevos problemas. El más importante de ellos será el estatus de los países bálticos y de Ucrania” Zbigniew Brzezinski[1]. 1 de febrero de 1995.
Palabras clave.
Pivote geopolítico, jugador geoestratégico, zona de influencia, potencia, superpotencia.
Resumen.
La cortina de hierro quizás aún se esté levantando, así como lo menciono Winston Churchill, la división de Europa en dos zonas en el contexto de la Guerra Fría a pesar de que finalizó, se inició un proceso de integración en Europa; sin embargo, el eje militar sigue en proceso de expansión a través de la OTAN y gradualmente los países que en un momento fueron parte de la URSS, se sumaron a dicha organización, a excepción de otros, que prefirieron ser neutrales; Suecia y Finlandia; no obstante, desde la invasión en el año 2022 por parte de Rusia hacía Ucrania, conllevó a un reconfiguración del equilibrio de poder en Europa, el presente artículo describe los puntos medulares sobre dicho proceso.
Introducción.
La finalización de la Segunda Guerra Mundial marcó un punto de inflexión. Las antiguas potencias europeas fueron desplazadas por la aparición en el escenario internacional de dos nuevas superpotencias, dando inició a lo que se conocería como Guerra Fría, en donde los jugadores geopolíticos del sistema internacional, serían los EEUU[2] y URSS[3], como actores antagónicos, donde cada uno establece en detrimento de la contención del otro, por ello EEUU mediante la cooperación y el multilateralismo, “crea la OTAN en el año de 1949” (Tassara, 2010), como organización militar internacional, para detener la expansión de la URSS. La península escandinava se categoriza en su totalidad como un pivote geopolítico, pues la suma de este en la zona de influencia condiciona el equilibrio de poder; sin embargo, Noruega, fue un miembro fundacional de los sistemas europeos, para gozar de las garantías de seguridad militar, estatus en el cual se mantiene hasta el año de 2023. Por otro lado, “para 1955 se crea el Pacto de Varsovia” (Aristizábal, 2010), como contraparte a la OTAN, a pesar de ello en 1989 (Aristizábal, 2010) la caída del muro de Berlín[4], tuvo repercusiones colaterales para la URSS, hasta ser disuelta en el año de 1992, al igual que sus sistemas políticos y militares, mientras que los países que fueron parte de su zona de influencia, fueron atraídos hacía los sistemas europeo, principalmente la OTAN. A pesar de ello, Suecia y Finlandia, no consideraron que Rusia fuera un enemigo hostil, hasta el año de 2014, fecha mediante el cual a través de un referéndum la población anclada en la península de Crimea voto a favor de ser parte del estado de Rusia. En el siguiente artículo se realizará un análisis geopolítico de la región geográfica de Escandinavia, a través de la descripción de la guerra de Ucrania, proceso de adhesión de Suecia y Finlandia en la OTAN y el cerco político de la OTAN hacía Rusia.
Inicio de la guerra de Ucrania.
“La historia de Ucrania comienza en el año 882 con el establecimiento de la Rus de Kiev, que se considera tanto el primer estado ucraniano, como el inicio de Rusia” (Teixeria, 2022). Tras la invasión mongola de mediados del siglo XIII la unidad territorial desapareció, y el área hasta el siglo XX fue dividida y gobernada por diversas potencias, tales como: “el Gran Ducado de Moscú, el Gran Ducado de Lituania, el Zarato ruso, la Mancomunidad de Polonia-Lituania, la República de las Dos Naciones, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano o el Imperio ruso” (Teixeria, 2022, pág. 4).
Durante los siglos XVII y XVIII emergió y prosperó el Hetmanato[5] cosaco, hasta que fue repartido entre Polonia y el Imperio ruso, que adquirió grandes extensiones de las tierras ucranianas que tenía Polonia, comenzando una política de rusificación. “Tras la Revolución rusa de 1917, surgió un movimiento nacionalista y creó la República Popular Ucraniana, constituida como la República Socialista Soviética de Ucrania en 1921” (Teixeria, 2022), Crimea fue transferida a la republica ucraniana en la década de 1950, aunque no dejo de ser la base de la flota soviética del mar Negro.
A partir de ello, las decisiones políticas, económicas y militares se imponen desde Moscú; sin embargo, la URSS, a pesar de la sovietización no dominó culturalmente a Ucrania, donde creció un fuerte movimiento nacional ucraniano. “Finalmente, tras su colapso recuperó su independencia el 24 de agosto de 1991 y en 1997 un tratado entre Rusia y Ucrania afirmó la integridad de las fronteras ucranianas” (Calabuig, 2014); no obstante, pronto se empieza a cuestionar la transferencia de Crimea y se fomentó rebeliones que llevaron en 2014 a la anexión de Crimea y a la guerra en el Donbás.
Proceso de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN.
En el contexto de la invasión rusa de Ucrania, Suecia y Finlandia abandonaron su estatus histórico de neutralidad al solicitar su ingreso en la OTAN en julio de 2022. “El artículo 10 del Tratado de Washington estipula que la adhesión de un país a la Alianza requiere la aprobación unánime de los Estados miembros” (Ruiz, 2023). Sin embargo, tal adhesión fue bloqueada por el veto de Turquía, pues acusa a ambos países de apoyar a militantes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán[6]; para ellos, los tres firmaron un memorando trilateral durante la cumbre de la OTAN del 28 de junio de 2022 en el que Suecia y Finlandia se comprometían a reforzar sus leyes contra estos grupos kurdos, facilitar la cooperación en la extradición a Turquía de determinados militantes kurdos y levantar sus embargos de armas a Turquía.
“La solicitud de acceso a la OTAN formalizada el día 18 de mayo 2023 por Suecia y Finlandia ante el secretario general de la organización” (Halasz, 2022), se considera como una manifestación de la creciente inquietud con que dos naciones de la península Escandinavia, geográficamente próximas a Rusia contemplan la guerra iniciada por Putin como preocupación por el comportamiento ruso, a partir de la invasión de Ucrania, reaparece un sentimiento de cambio histórico en sus respectivas culturas estratégicas, llevándolos a llamar a la puerta de una Alianza Atlántica en cuya periferia han permanecido durante décadas por elección propia; siempre cerca, pero siempre rechazando cruzar el umbral de la plena participación.
Para Helsinki y Estocolmo, la neutralidad fue tradicionalmente un calculó estratégico. En el caso de Finlandia, “adoptada para asegurar su independencia frente a Rusia, país con el que comparte más de 1300 kilómetros de frontera terrestre” (Lopezola & Álvarez, 2022). En el de Suecia, para seguir una tradición de rechazo a la guerra inaugurada tras el período napoleónico. Ambos la mantuvieron consistentemente durante los años de la Guerra Fría como la mejor forma, desde su punto de vista, de garantizar su seguridad y su integridad territorial.
El estado de postración en el que quedó Rusia tras la caída del comunismo a finales del siglo pasado hizo menos acuciante el imperativo de neutralidad a ultranza, y tanto Suecia como Finlandia iniciaron un proceso de aproximación a los sistemas europeos occidentales, integrándose en 1995 en la Unión Europea.
Se produjo también en este momento un acercamiento a la OTAN, “materializado en el ingreso en 1994 de los dos países en el programa Partnership for Peace (PfP)[7], específicamente diseñado para acercar a sus afiliados al ámbito de la OTAN sin llegar al acceso” (Dahl, 2011), por otro lado, en esta época, ambos comenzaron un largo trabajo conjunto en varias de las operaciones multinacionales lideradas por la Alianza en escenarios tales, como Afganistán o Kosovo. Tanto Suecia como Finlandia, convergen con la OTAN, sus principios y procedimientos, más que algunos de los miembros de la Alianza. A pesar de ello, nunca hasta ahora habían dado el paso de vincularse jurídicamente a la cláusula de defensa colectiva del Tratado de Washington lo que, si bien es cierto que habría situado a ambos bajo el paraguas protector de la Alianza, también les habría obligado a implicarse fuera de sus fronteras en la defensa de otros; una posibilidad no bien recibida por sus ciudadanos.
“Durante los años posteriores a la caída del Muro de Berlín, cuando la amenaza rusa era percibida como baja, Suecia y Finlandia se atrevieron a participar más estrechamente en la esfera de prosperidad y en las instituciones occidentales, contribuyendo a ellas significativamente, pero sin dar el paso de integrarse en la OTAN” (Sánchez Tapia, 2022). La idea detrás de esta política parecería ser la de que, en el clima de seguridad que se vivía en ese momento, un acercamiento estrecho a la OTAN que se quedara a las puertas de la plena participación produciría el efecto benéfico de disuadir a Rusia de iniciar ninguna acción hostil contra estos países, sin tener que comprometerse formalmente en la eventual defensa de otros aliados.
“Finlandia decidió abandonar su neutralidad y unirse a la OTAN en mayo de 2022, en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, un hecho que hizo aumentar hasta el 80% la inclinación de la opinión pública del país a querer formar parte del club transatlántico” (Murga, 2022). Mediante ello, Finlandia, se amparó en el artículo 5 del Tratado de Washington, que establece el principio de seguridad colectiva.[8] Sin embargo, ante el devenir y desarrollo de los hechos descritos, Finlandia se ha convertido en el trigésimo primer miembro OTAN[9], tras haber concluido su proceso de adhesión.
“Por otro lado, Suecia, que solicitó su ingreso al mismo tiempo, aún espera recibir la aprobación de Turquía; pues impuso la exigencia en declarar terroristas a las organizaciones kurdas y extraditaran a los acusados de terrorismo”[10]. La evolución de las negociaciones ha provocado que el veto de Turquía sea levantado, para que este pueda ingresar, es solo cuestión de tiempo para que Suecia se convierta en el miembro número 32 de la OTAN.
El cerco político de Escandinavia frente a Rusia.
Al realizar un análisis geopolítico sobre la península escandinava y qué representa para Rusia el conjunto de las acciones de la OTAN, se interpone entre el noroeste con Rusia y las aguas libres del Atlántico, proporcionando para occidente el control de los accesos marítimos del noroeste ruso, tanto a través del Báltico, como por el Ártico. Tal aproximación estratégica de Rusia hacia la región establece el marco que define la seguridad en el área, moldeando la política de seguridad y defensa de las naciones escandinavas.
La crisis en Ucrania confirmó el cambio de la estrategia rusa en relación con las naciones occidentales, hacia la confrontación y modificando por tanto la percepción sobre Rusia. Además, el problema de la seguridad de la región escandinava es fundamentalmente resultado de la percepción rusa sobre su propia seguridad, condicionada por el insoluble problema del control de los accesos marítimos a Rusia.
La península de Escandinavia, que incluye a las tres naciones continentales, Noruega, Suecia y Finlandia y al extremo noroccidental de Rusia, forma un pivote geopolítico que integra al mar Báltico, con las otras naciones ribereñas tales como: Alemania, Polonia y los países bálticos; la península Escandinava, al este de la línea que une el istmo de Karelia con el mar Blanco, la única área del ártico ruso que se encuentra permanentemente libre de hielos, debido a las corrientes cálidas del Atlántico y a la que el tráfico marítimo tiene acceso durante todo el año.
El principal puerto ruso en el ártico, Murmansk, que de igual manera es la mayor ciudad del mundo al norte del círculo polar ártico, se encuentra situada en la península de Kola y en su fiordo se localizan las principales bases de la Flota del Norte de Rusia, Severomorsk y Polyarny. En el marco Blanco se encuentra el puerto y base naval de Arkhangelsk, que desde 1977, es accesible para la navegación durante todo el año gracias a un servicio de rompehielos, más hacia el este en la costa ártica de Rusia se localizan otros puertos de menor importancia, aunque en los últimos años se están llevando a cabo desarrollos nueva infraestructura portuaria, cargas de gas, para la exportación de este.
La península de Escandinavia, desde la perspectiva continental occidental, es una barrera natural entre la planicie noroccidental europea, dominada por Rusia y el océano Atlántico, bloqueando por el sur el acceso a través de las aguas del Báltico.
Conclusiones.
Se concluye que el problema de la seguridad de la Europa nórdica está fundamentalmente conformado por la geoestrategia de Rusia hacia la región, es decir, sus acciones exteriores, que sigue determinado por la percepción de Moscú sobre la seguridad de sus accesos a los océanos y mares abiertos en el noroeste europeo, para los que la península escandinava representa un bloqueo geográfico.
La evolución de la situación en Ucrania hace evidente que el interés nacional de Rusia está definiendo las acciones de Moscú en su periferia y que la interpretación rusa de sus tradicionales problemas y ambiciones de seguridad vuelve a repetirse, un entorno marcado por las relaciones de poder entre Rusia y sus vecinos.
Las actuaciones de Rusia dan paso a un clima de desconfianza en toda su periferia, que resulta determinante para que la percepción de la situación de seguridad en la Península de Escandinavia se haya transformado esencialmente y que en consecuencia aparezca como un dilema el requerimiento de volver a un modelo de defensa orientado a la amenaza, la necesidad de incrementar los gastos de defensa, la posibilidad del ingreso en la OTAN de las naciones escandinavas neutrales, Suecia y Finlandia y la conveniencia de un reforzamiento de la propia Alianza en la región.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente la organización comparte lo expresado.
Bibliografía.
Aristizábal, A. (2010). El Sistema Internacional de Cooperación al Desarrollo. En C. Calabuig, & M. Llanos, La Cooperación Internacional para el Desarrollo (pág. 15). Universidad Politecnica de Valencia. https://doi.org/84-9705-607-8
Calabuig, E. (2014). Crimea, península de todas las discordias. En L. Diplomatique, Para comprender Ucrania (pág. 38). Lemonde Diplomatique.
Dahl, A. (2011). Sweden, Finland and NATO. Obtenido de https://www.jstor.org/stable/pdf/resrep03562.5.pdf
Halasz, S. (18 de Mayo de 2022). Suecia y Finlandia entregarán su solicitud para unirse a la OTAN . CNN. Obtenido de https://cnnespanol.cnn.com/2022/05/17/finlandia-otan-parlamento-ingreso-trax/
Lopezola, L., & Álvarez, A. (2022). Finlandia: actuaciones y posibilidades ante la amenaza rusa. Instituto Español de Estudios Estrátegicos.
Murga, I. (27 de 06 de 2022). Finlandia y Suecia: cómo el miedo a Rusia les forzó a abandonar su histórica neutralidad. Euronews. Obtenido de https://es.euronews.com/2022/06/27/cumbre-de-la-otan-como-rusia-hizo-saltar-por-los-aires-la-neutralidad-de-finlandia-y-sueci
Ruiz, R. (2023 de febrero de 2023). ¿Cómo Finlandia y Suecia negocian su ingreso a la OTAN? Instituto Español de Estudios Estratégicos. Obtenido de https://legrandcontinent.eu/es/2023/03/09/como-finlandia-y-suecia-negocian-su-ingreso-en-la-otan/
Sánchez Tapia, S. (2022). Suecia y Finlandia: algunas reflexiones ante una nueva ampliación de la OTAN. Universidad de Navarra. Obtenido de https://www.unav.edu/web/global-affairs/suecia-y-finlandia-algunas-reflexiones-ante-una-nueva-ampliacion-de-la-otan
Tassara, C. (2010). Relaciones internacionales y cooperación al desarrollo. En J. Agudelo, Debates sobre cooperación internacional al desarrollo (pág. 15).
Teixeria, P. (2022). Dossier:Guerra Rusia/Ucrania. B CDO C Defensa.
[1] Fue consejero de Seguridad Nacional del gobierno del presidente de Estados Unidos Jimmy Carter.
[2] Estados Unidos de América en adelante EE. UU.
[3] Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en adelante URSS.
[4] Acontecimiento que dio paso a la disolución de la URSS y la unificación de Alemania.
[5] Estado cosaco localizado en las regiones centrales y noroccidentales de la actual Ucrania que existió entre los años 1648 y 1775.
[6] PKK, incluido el YPG -brazo armado del PKK en Siria-, que Ankara considera grupos «terroristas».
[7] Programa de asociación por la paz. Es un programa de cooperación bilateral práctica entre países socios euroatlánticos individuales y la OTAN, permite a los socios construir una relación individual con la OTAN, eligiendo sus propias prioridades de cooperación.
[8] Por medio del cual todas las potencias aliadas deberán prestarle ayuda si esta fuera invadida o atacada por su vecino ruso.
[9] El 4 de abril de 2023
[10] Paula Bonilla, Finlandia entra en la OTAN, que amplía sus fronteras con Rusia en 1.300 kilómetros, newtral.es, https://www.newtral.es/finlandia-otan-rusia/20230404/